domingo, 18 de diciembre de 2011




LUDICA Y PEDAGOGIA


TUTOR.
HICTOR H. DURAN


TRABAJO REALIZADO POR:
JUAN CARLOS ESPINOSA MORA
CARLOS FREDY BENALCAZAR OSPINA
DENIX HERNANDEZ BONILLA




FUNDACION UNIVERSITARIA LOS LIBERTADORES
ESPECIALIZACION EN LÚDICA Y RECREACIÓN PARA EL DESARROLLO SOCIAL Y CULTURAL
GRUPO GRANADA 2011

“EL RETO DEL MAESTRO DE HOY
FUSIONAR LO LUDICO Y LO PEDAGOGICO”
El reto para nosotros como docentes es inmenso puesto que el juego y lo lúdico no ha sido el fuerte puesto que las  bases pedagógicas son tradicionalistas. La pedagogía nos ofrece a diario cambios que han venido revolucionando el papel del docente en el aula. Estos cambios suceden debido al momento crucial por el cual pasa la sociedad. Cada día, gracias a la tecnología, son más fáciles las modalidades como se adquieren conceptos y experiencias por parte de los estudiantes. El mundo globalizado está al alcance de todos en una sola visión unificadora de los medios de comunicación. El conocimiento se volvió una mercancía, una baratija. (Pero aún mantiene un elevado precio que imposibilita su democratización auténtica). Se le puede encontrar, más que comprar, con relativa facilidad en la tienda de videos, la televisión, la radio, la prensa, la calle, Internet, el teléfono, etc. Es por eso que quizá nuestros estudiantes de manera involuntaria e inconsciente se les hace, en algunas ocasiones, más tedioso asistir a la escuela a recibir unas clases tradicionales, repetitivas y monótonas que son encasilladas en una normatividad del estado y un sinnúmero de registros y papelerías que debe llevar el maestro para cumplir con el currículo.
La  institución debe renovarse. Si no lo hace, desaparecerá. Y aunque se podrían diseñar muchas estrategias para evitar el naufragio de la escuela, la opción por la actividad lúdica es la más conveniente. El juego como instrumento pedagógico constituye la potencialización de las diversas dimensiones de la personalidad como son el desarrollo psicosocial, la adquisición de saberes, el desarrollo moral, ya que permite la construcción de significados y de un lenguaje simbólico mediante el cual se accede al pensamiento conceptual y al mundo social. Aunque lamentablemente muchos rectores y docentes ven estas metodologías como perdedera de tiempo llevando a la desaparición de la autoridad del maestro, el Departamento del Meta poco ha impulsado este tipo de metodología por lo que lo único que se recibe de capacitación es con las universidades de formación docente descolarizada como La Fundación Universitaria los Libertadores.
Educar en la creatividad significa que la escuela debe repensar sus espacios para dar cabida a nuevas metodologías que permitan a los niños y niñas aprender en ambientes amables, afectivos, dinámicos e interactivos. Si esto no se fomenta por parte de los docentes, la escuela seguirá siendo el aparato de reproducción de las condiciones injustas generadoras de violencia. Los educadores comprometidos saben que su misión es mediar en el desarrollo de la capacidad del niño para hacerse persona autónoma, responsable, solidaria y trascendente y construirse un espacio vital en un mundo que cambia con celeridad. Y el juego es un instrumento metodológico apropiado para cumplirla. Como la educación es una actividad intencional desarrollada de forma consciente, toda teoría pedagógica debe ser una amalgama de la teoría y la práctica educativas donde su validez depende de sus consecuencias prácticas y su origen está en los profesionales de la educación que reflexionan en torno a las interrogantes que su labor diaria presenta. Una de ellas es la actividad lúdica. Muy pocas veces se indaga sobre este concepto. Lúdico (a) es un adjetivo relativo al juego, cuyos orígenes evocan la antigua Roma, pues la cultura popular presentaba un ritmo de vida con manifestaciones exageradas en cuanto al ocio, sexo, bebidas, juegos, etc. Es decir no se tomaba nada en serio. "Para el niño todo o casi todo es juego".
Si los adultos tuviéramos la suficiente valentía para preguntarle a los niños cómo quieren que se los eduque, posiblemente nos llevaríamos una gran sorpresa, al descubrir un mundo inexplorado donde se utilicen otro tipo de parámetros, diferentes al mundo de los adultos, pues el mundo de los niños -sin idealizarlo- es el mundo de la imaginación y del contacto con esferas que los adultos hemos perdido toda aproximación desde que nos dejamos introducir en el mundo de la “realidad”.

Cuando la única realidad permisible, audible a nuestros oídos es la del adulto, se está permitiendo que se introduzca el desequilibrio en nuestros análisis, pues la composición de fuerzas está igualmente repartida entre la visión del espíritu adulto y la visión del niño. Con razón, alguien pensaba que los niños son los que tienen la llave para abrirnos otro mundo, ellos nos dan la fuerza, el valor para poder decir lo que tenemos en la cabeza; el niño quiere a toda costa defender su mundo... y hay que escucharlo mucho, sin pretender educarlo.
Hay dos polos en la vida, cuando se es niño y cuando se es mayor. Siempre se dice: hay que escuchar a los viejos, pero... a los niños por qué no los escuchamos? Ahí es donde viene el desequilibrio, se está desarrollando un polo más que el otro porque no se está alimentando el polo que corresponde a los niños, que plantea concepciones diferentes del mundo, de la verdad, de la libertad. Por qué, entonces, únicamente se vale la verdad y la concepción del mundo que tienen los mayores? Si nos colocamos en el punto equidistante de esos dos polos estaremos escuchando y aprendiendo de esos dos polos y así nos podremos aproximar a una verdad, a un valor, a la libertad. Pero, hoy como antes, casi nadie escucha a los niños. Es fácil convertir los niños en objetos, despersonalizarlos, colmarlos de elementos materiales pero no entender todo lo que el niño puede darnos como sentido de vida, como enseñanza acerca del mundo, todo lo que su energía es capaz de hacernos sentir que estamos vivos...  
Pero escuchar al niño no solamente es oírlo, sino de pronto “irse a viajar con él” en el cuento, en la historia que él nos está echando, porque esa historia la fabrica con la visión que no sólo abarca el mundo material, que es la dimensión que normalmente manejamos, sino que él está elaborando una “carreta” sobre la concepción completamente libre de cómo enfrentar el mundo, la realidad; es libre en la medida en que al niño no le da miedo enfrentar ese mundo, esa realidad. El adentrarse en el cuento del niño, el irse a viajar con él nos lleva a un momento en que toca opinar, hay que confrontar su cuento con el nuestro, en que sin decir que se está de acuerdo, los dos sabemos que estamos compartiendo parte del mundo de cada uno. Ahí estará el equilibrio.

Porque lo que siempre pretendemos los adultos es querer meter al niño en nuestro mundo, en nuestro ”rollo”, en nuestras leyes, en nuestra normatividad. Y por qué no se integra el adulto al niño, al mundo del niño, a su normatividad? Simplemente, porque somos mayores? O porque somos sus padres, o sus maestros, o sus hermanos mayores?  Pero, el niño siempre estará tratando de armar el mundo de su concepción, mediante el juego, con sus gestos, con sus danzas, con sus cantos, con su actividad. ¿Cómo articular lúdica y pedagogía para propiciar transformaciones en la práctica educativa? El ejercicio de la educación, a través de los tiempos ha tenido diferentes formas para la apropiación del conocimiento, llamados modelos pedagógicos. Cada modelo ha sido construido con sus diferentes características de acuerdo al momento histórico en el que surgió. Cada uno de ellos ha tenido su relevancia porque ha contribuido en formar un tipo de individuo requerido en el momento, por ejemplo, hasta hace poco se educa con el método tradicional, que a pesar de que en estos días no encaja en la formación del individuo de hoy, en su momento desarrolló ciertas habilidades necesarias, como la escritura, lectura, memoria, que han sido fundamento para el desarrollo de muchas actividades de hoy , pero no eran muchas las personas que gozaban de ese privilegio de estudiar y algunos lo hacían porque eran obligados; otros porque veían en el estudio una forma de conseguir un empleo decoroso y no ser objeto de explotación.

La sociedad es un ser viviente, donde se producen cambios rápidamente y la educación no está ajena a esto. Las formas de educar de hace algún tiempo, ya no son llamativas , al educando de hoy le ha llamado la atención un fenómeno que se ha venido dando en los últimos 25 años , donde se han ampliado las posibilidades de acceder a la educación, mediante acciones gubernamentales; pero muchos alumnos solo se limitan a asistir a las clases sin obtener un aprendizaje significativo, y por eso algunos años se habla de la mala calidad de la educación que está dejando nuestro sistema educativo.

Tendrá que ver esto con la falta de implementación de la lúdica para esa buena calidad en la cual influye muchos factores, pero lo primordial si debe ser la falta de ese elemento que se llama lúdica, según lo he podido captar en el transcurso del curso.
Hay una frase que me llamó la atención: “Todo juego es lúdico; pero no todo lo lúdico es juego” .Esto me dice que el juego es un elemento primordial en el proceso de formación; pero que para construir conocimiento no siempre es necesario hacer uso de la parte motriz; lo importante es que sea algo que llame la atención, que produzca goce, disfrute, alegría. Cuando se produce algunas de estas emociones se genera buena voluntad para crear conocimiento, entendido este, como: ganas, deseos, motricidad, cuando se usa la lúdica en los procesos de aprendizaje, desaparece la “fuerza de voluntad”, entendida como obligación esfuerzo, dos características que no son muy amigas de los jóvenes y lo que se hace por obligación no se disfruta. En el proceso formativo es necesario conocer los gustos y habilidades de los alumnos porque todos no aprenden de la misma forma. Muchos disfrutan con la actividad mental, en este orden, lo lúdico consiste en saber asignar el objeto de estudio y buscar la forma adecuada para apropiarse de él, de tal manera que produzca goce. En nuestro que hacer educativo hemos entendido que lo lúdico y lo pedagógico debe ser elemento fundamental es las practicas pedagógicas porque es “navegar en el mundo de los niños”







BIBLIOGRAFIA

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